MATICES DEL ALMA
Un barco, un soplo descarrila el silencio posándose en la mirada solemne del tiempo. Lejos se ve un reflejo que traspasa con su miseria con su pobreza las caricias a la tierra. Invitados, dos soles se inclinan besando el ángel dormido en su misterio, donde yacen sus alas diamantinas. Sube la marea bajan las sombras ocultas, se descuelgan las luciérnagas, y su ejército trasnochado aguarda juntar las sílabas. Alessandrini María Del Rosario