Despertó de golpe de la misma manera que se durmió, cuando el rugido de la muerte sembró en su corazón el miedo, Juana siempre fue débil, su pequeñas manos solo tenían fuerza para sanar a sus seres más queridos, pero ella se fue desgastando con el tiempo, su vida se escapaba , su pequeño cuerpo juvenil apenas podía sostenerse, pero fiel a sus deseos de sanación, a su amor, fue regalando todo para el deleite de aquellas personas que amándola ,no comprendían que ella no sería inmortal, su energía llegaba a su fin. Al despertar así, recordó el miedo al presentir que se iría para siempre dejando a los suyos solos, en la advercidad de la vida, pidió un último deseo mirando a su cielo azul, ya que se encontraba sola en su habitación, nadie fue a protegerla, nadie la necesita ya, el egoísmo no penetro en el alma de Juana, mirando por última vez el cristal de su ventana se durmió acompañada de ángeles, quienes venían a llevarla a su última morada, su espíritu se elevo, y pudo ver su jard...