La noche mas larga de medianoche

Soporte en silencio el acecho la presión el dolor que recorrió mi cuerpo.  Vencí el miedo vencí la ignorancia  descocí el primer entuerto formando una lanza untada de hambre de saber. Logre ver más allá de mi sur más allá de mi ventana, vi mis hojas plateadas mi saber creció su armonía se perfeccionó deje de lado aquel sentir lastimero porque no tuve miedo. Vencí mi propia debilidad ahora luce más atrevida y fuerte se aprende con la experiencia a vivir sintiendo mas allá del miedo. junto a la fe.  Muchas gracias a todos por vuestra preocupación y palabras de amistad, eso es maravilloso, me hace sentir muy feliz. Los quiero mucho a todos son muy delicados y amorosos. Rosario

Queridos seguidores de mis blog; quiero agradecer sus visitas de corazón, yo participo dejando mis pequeños poemas y reflexiones, mi gran pasión es escribir y así seguiré por siempre mientras mi musa no me abandone; por unos días no estaré por problemas personales a mi regreso los visitare para leer sus hermosos escritos que disfruto con el corazón. Besos y abrazos a todos... Rosario

Soy agua de río tempranera espuma, flora silvestre en extinción anclada la rama más alta del  ombú paloma, que suavemente acuna sus polluelos. Soy la tierra herida por la sequia, el alma suelta de los hombres, soy el cielo que tiembla en la lluvia por ver la tierra florecer  creciendo. Aquella nave que partía oculta y sus secretos escondía tenaz, soy mar, sol, muralla china, arco iris, el almendro inolvidable del amor, todos sus frutos y sabor contengo. Olas que rompen aliadas de poder bajo el sol dorado de perlitas, parque, piano y voz en la nostalgia, canción de cuna, canción de amor, bosque, praderas, y  desiertos, soy parte del planeta, lo eres tú.

Pájaros, flores, duraznos en flor, la vida surge tibia, sedienta, el aire se entibia, se endulza, la vida espera verde primavera. Capullos se abren, brota la ilusión, teñidos los parques de rojos pimpollos, despiertan, un remolino de luz recorre la piel. Llego con sus colores vestida de alegría, las estrellas titilan azuladas, están allí, los grillos encantados forman un ramillete de insectos voladores. Llego para quedarse en cada corazón esta primavera también tiene pasión, su rojo, su amarillo, el verde, el naranja, su blanco transparente nos hace diferentes... la vida comenzó.

Hoy se durmió el ángel se escondió en su nube con el aroma de la lluvia se arrullo enamorado, lentamente el sueño llego, misterioso el ángel soñó paisajes titilantes del viento la fantasía toco su corazón, embriagado de conocimiento perdido entre montañas de luz creyó ser huésped del infinito pero su nube se abrió con furia, cautivo entre gotas de agua observo la tierra florecer envolviendo al cielo de color, el ángel atravesó los montes, corrió ríos, aventajo a los mares, fluyo desde la espuma, fue sal, fue pez dorado, fue senbradío, hasta llegar a ser hombre, murió.

La casa estaba silenciosa como si supiera de su mal el espejo se rompió solo al caer desde su desolación. Cuadros desteñidos, sin luz imágenes que se poblaban desde el sótano al comedor, las sillas corrían caprichosas. Las voces dispersas se unían en un solo grito de ausencia, se mecían los lirios en su jarrón, libros deshojados sin perdón. La casa estaba deshabitada los fantasmas vivían sin amor, los recuerdos fueron tónicos que bebieron juntos al morir. La casa tiene una puerta de hierro, un balcón con su perro salchichón, la abuela con su mascota soñaba lo llamaban, Arturo el santulón. Esta historia contada en versos quedo sin final, el autor no sabe o no pudo hacer que los duendes lo dejaran escribir un poco más, fue una lucha larga y violenta. De noche se siente el teclado, y al anciano escritor desordenando las migajas de su historia sin fin, lloran las campanas su despedida. El árbol mecido por el silencio rompe los cristales del salón, se...

Consumido en un laberinto de vicios, enmarañado, confuso y complicado, amargado sin un cobre, sin sensatez va. Disgregado, amasijazo, entre noches oscuras, con su careta siempre puesta hasta el final, va. Que el viento lo sacuda que lo desparrame lejos, sobre la casa del grillo, cerca del rió guardián Melancolía parte sin mí, que en mi ventana hay luz, aléjate de mi entorno trepa a tu rama y quédate VoY, amanecida de risas y cantos, los jilgueros su serenata dan, las amapolas danzan solas, el trigo de oro de tu pelo quedo como un último desvelo envolviendo el cielo poeta.