Fraguándose como un edén
el lugar aquel
Se consolida.
Con su tinglado de nube,
su puerta viaja
En imágenes lentas.
Donde un muro de papel
se descolora
Con la brisa.
Por un mar de fantasía
las paredes opalinas
Descansan sombrías.
Los pliegues del sauce
extraviado en una góndola
Contiene tu ropaje.
Así desnudo el paraje
hurgando descubrí
entre versos sin sentidos
Tu piel, y cataratas de sonidos.
A-M-R
En mi barrio hay murmullos de grillos,
ronroneos de gatos
Anunciado el nuevo día.
Es mi lugar especial, en sus calles hay color
de felicidad, de vida,
en sus calles la ráfaga crece
crece poblando los rincones
cociéndolos al resplandor
Digno, que emana de su gente.
En mi barrio como en cualquier lugar,
hay pordioseros de sueños,
viven en la cúpula de la igualdad,
sin más hambre que la imaginación
Donde navegan plácidamente.
Está siempre primaveral
dueño de las flores, del sol
de los colores delicados
Que sonríen a los pimpollos.
Entre la multitud de estrellas
la noche orgullosa destila luz
que ilumina mi barrio de amor
Y todos los vecinos descansan.
A-M-R
Cada vez que su presencia surge
desde el infinito rostro de la luna,
la dureza de la noche se aclara,
y brilla como un espejo su rostro.
El tiempo invisible como el sentido
viaja como la música del viento,
como un ingenuo sin lamento,
como un sonido etéreo azul marino.
Cuando la noche se asome a ella,
la luna aparecerá en caricias de luz
alumbrándola con luz blanca, serena,
inatrapable, suave y cristalina de luces.
Tan intensa y reluciendo su dorado
que la dama de la noche se inhibe
mientras la luna sonríe de cada lado
la noche se acuna en su interior y vive.
A-M-R
Incesante te busca mi anhelo
por corrientes marina de cielos,
por el vasto mirar de una estrella
Sin consuelo te nombro mi cielo.
Ha pasado el tiempo dormido
entre juncos de cuerpos vacíos,
muy lejano, muy perdido te sigo
Al confín del silencio así adentro.
Sollozando las flores se mecen
al compás del recuerdo vivido,
la nostalgia te abre el camino
Y sonriente se cuela este río.
Yo entorno mis ojos llorosos,
y a lo lejos te veo en mi espejo
solitario vagando los mundos,
entre copos de nubes amigas.
Son tus ojos almendras doradas
que me fijan con destellos azules,
habitándome desde siempre
En el trémulo amor comprendido.
A-M-R
El otoño ha llegado
Se acercó muy despacio
Flameando sus bucles
Al compás de las hojas
Estremecidas de sueños.
Sus colores tan vivos
Nos despiertan y anuncian
Nuevas sensaciones,
Su pizarra se llena de brillos
Nos entrega sus ruidos.
Mi balcón expectante
Asimila su entrada amarilla,
Sus ojos de guirnaldas,
Su piel color de trigo,
Y en su pelo, flores secas
Adornando su breve estadía.
A-M-R
El amor libre se mece en su cuna de cristal
allí crece orgulloso, tímido y celestial,
busca siempre la belleza del alma para soñar,
de lo contrario su esencia no existiría jamás.
Somos eso que aparece puro, limpio,
cuando llega es tan suave, tan especial,
que si no lo sabemos cuidar en poco tiempo
Él, escapa dolorido antes de perderse, se va.
Y nos quedamos tan solos, sin su luz,
la tristeza nos aparta del aquel hermoso sentir,
nos alejamos sabiendo que ya no volverá,
al menos que nuestra alma sepa donde buscar.
Y si por ventura sucede que feliz nos hallara,
seremos todo ternura, toda bondad, todo amor,
ya que al penetrar nos de nuevo el alma renacerá,
con más bríos, con más ángel, nunca más no dejará.
A-M-R
Los recuerdos bonitos nunca se van
se quedan rondando siempre
como un sentimiento auténtico y vital
el que se encuentra en ese lugar de sueños
no desconoce lo bello de sentir y vivir
en el mismo sueño de aquel ayer palpable
donde los amaneceres estaban cubiertos de soles
y la vida vibraba dentro del corazón
aún sigue esa campana repicando
es una llamarada del intenso ayer
como un cantar de grillos buscando su rosa
hoy como ayer, ayer igual a hoy
los sueños se perfilan y adormecen el alma
la vida es un suspiro eterno
solo hay que buscar muy dentro donde se anida
Sabiendo que vinimos a ser felices.
A-M-R
En la senda primitiva se funde el alma escribiendo los sueños y añoranzas, recorriendo con tinta cada esperanza, cada surco febril que se f...
