Una mañana te encontré
en silencio observe tu silueta,
fue un viento apasionado
quien me mostro esa visión.
No pude dejar de mirarte
un sentimiento nació,
y así fue que traspase tu cuerpo
sentí tus ojos incrustados en mi.
Nos miramos extrañados y deseosos
de aclarar ese sentimiento mutuo,
sin esperar nada mas, nos abrazamos,
como si el mundo se terminara.
De la mano y besándonos desesperados
nos fuimos perdiendo en la marea del amor,
fue inesperado y total este sentir,
nos perdimos en la niebla sabiéndonos vivos.
Alessandrini María del Rosario




