Misterios que recorren
tus palabras por senderos
de mi cuerpo, y
se deslizan en mi alma.
Humedad
sin lágrimas, sin cristales,
solo tu respiración que
deliciosa, ardiente,
aroma mis sentidos.
Pasión de mis recreos
que va llegando
y deshojando mi corazón,
en cortezas forjadas
allí, en las frontera de la razón.
Razón de ser la imagen
que transita
encantada en tu delicia amorosa.
Pequeña ilusión que florece
ardiendo en el recuerdo
de aquellos misterios de amor,
en este otoño que regresa.
Alessandrini María del Rosario
