PASANDO EL TREN
Ya que va pasando el tren
Sin luces ni bocinas,
Busquemos el gentío oculto entre
Sus rieles y sus voces.
Los asientos están quietos y
En sombras que palpitan
Ya se bajaron a dormir sus
Huéspedes del tiempo.
Llegaron a destino o se quedaron
Entre nubes,
Convirtiendo el tren
En un fantasma que gorgoje
En esta madrugada de presagios
Y tinieblas
Se habrán desvanecido entre la bruma,
O en el aire.
Azota el viento y amenaza
Crujiendo los rieles a su paso
El tren descompone su sonido
Sacude las ventanas.
Esparce los colores que los mece
El viento en abanicos
Aúlla con su queja de animal herido
Recuerdos de su paso.
MARÍA EL ROSARIO ALESSANDRINI
El tren continúa sin que nada lo detenga.
ResponderEliminarSólo nosotros dejamos de movernos.
Saludos,
J.
El viento también tiene derecho a expresarse, y canalizar aquello que siente.
ResponderEliminarMuy bello.
Besos.
El paso y el viaje del tren da para soñar intensamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bien caben esos versos para un país como Colombia, que acabó con su trenes de un tajo. Hoy sólo son la memoria de estaciones que el tiempo intenta echar abajo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEs un poema bello.
ResponderEliminarMe parece muy bueno.
Un beso.
Muy hermoso M. del Rosario, es como el tren de la vida, vamos perdiendo todo en cada estación, hasta los colores.
ResponderEliminarEs un poema muy bonito, me ha encantado.
Un abrazo.
Bonito poema de ese tren que podría ser el de la vida, que corre veloz y se expresa a través del viento, que es como pasa el tiempo sin detenerse en ninguna estación.
ResponderEliminarUn abrazo.
O mundo está nas mãos daqueles que têm a coragem de sonhar e correr o risco de viver seus sonhos.
ResponderEliminarMe gusta pensar que en ese tren viajamos con lo justo y suficiente para llegar a la ultima estación...donde se nos abra la puerta al destino final de la luz...
ResponderEliminarAbrazo.