te reconocí sin saber nada de ti,
en tus ojos dormía todo mi existir
en tu piel pude leer mi vida, mi ser.
Las horas fugaces volaron sombrias
mil piruetas florecieron; en mis ojos
un canto de sirena se escucho...tenue
entre la bruma de tus ojos un cielo vi.
No pude resistirme al mirar lejano,
esos claros ojos que espiaban de lejos
clavados en mi piel al amar por siempre
desnudaban todo el sentimiento en mí.
Aún lo siento vibrar en mi corazón,
con su fuego nutrido de ilusiones bellas
en las horas calladas del pasado aquel,
te siento, y te vivo sin contemplaciones.
Ahora mismo te hundes en mis sueños
ahora mismo te reflejas en mi alma,
tu piel muerde mi piel, en mi incierto recuerdo...
tu boca se une febrilmente a mi boca.
Te sueño, te respiro tan llena de fantasmas
encubandote en mi nido la vida brilla...
el sol se desparramada en mi almohada.
¡y tu piel... se desvanece en la mía amaneciendo!.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO






