Hojas despedazadas por el viento gélido
que cruza el horizonte sin nombrarte,
cálido sol dibuja en el viento su arabesco
de luces petrificadas de sediento lucero.
Agonizan las letras desparramadas
creando un mundo de fantasía sin lenguaje,
solo la mímica se advierte en cada hoja,
se descubre el arte en sonidos guturales.
Duerme la lógica estampada en los rayos
que multiplican la escena gramatical dorada,
seduce la brisa con sus puntitos copetudos
enhebrados en múltiples hilos el verbo amar.
Se cierra un capítulo más del momento vivido,
acariciando el contorno de esas inesperadas
ráfagas inestables que dieron origen a su arte,
el cielo golpea con su llanto borbotones de señas.
se cruzan las espigas doradas mostrándose
como una nueva esperanza futura, posible,
que cruza el horizonte sin nombrarte,
cálido sol dibuja en el viento su arabesco
de luces petrificadas de sediento lucero.
Agonizan las letras desparramadas
creando un mundo de fantasía sin lenguaje,
solo la mímica se advierte en cada hoja,
se descubre el arte en sonidos guturales.
Duerme la lógica estampada en los rayos
que multiplican la escena gramatical dorada,
seduce la brisa con sus puntitos copetudos
enhebrados en múltiples hilos el verbo amar.
Se cierra un capítulo más del momento vivido,
acariciando el contorno de esas inesperadas
ráfagas inestables que dieron origen a su arte,
el cielo golpea con su llanto borbotones de señas.
se cruzan las espigas doradas mostrándose
como una nueva esperanza futura, posible,
nada hay que descubrir, todo fue antes de ti,
antes de la luz, del reflejo nocturno más oscuro.






