ROSA ENCANTADA

 

Un hombre de sobretodo negro entró al jardín familiar, cortó una rosa blanca y mirando sin ver se fue alejando calle abajo.

En su solapa la pequeña rosa sufría un desvanecimiento, estaba sofocada la tela oscura le nublaba los pétalos- y sentía en su centro de almíbar un profundo dolor. Acostumbrada a la succión de las abejas, esto se sentía terriblemente horroroso.

El hombre sin saber lo que la flor sentía, seguía su andar lento y torpe. De pronto un silbido le roso la nariz a rosita, y varios de sus hijos cayeron al piso; sentía que la llevaban en una carretilla, el ruido de los pasos se le hacía insoportables- varias veces estuvo a punto de caer del ojal, le hubiera gustado- porque de esa manera aunque sus pétalos se marchitaran un poco con el golpe, ella huiría de allí buscando refugio en algún jardín cercano.

Pero no pudo ser, sus pétalos fueron deshojándose, sentía que moriría en plena oscuridad, ella tan blanca y pura,  llevada así por la tragedia.

Cuando solo le quedaba un pétalo para su fin el hombre se paró bruscamente, su centro y pétalo estaban mojados y calientes, como no podía ver, pero si oler se quedó quieta en ese lugar. Percibió que la persona se hallaba pronta a su fin.

Luego unas manos salvadora la rescataron de su oscuro lugar enviándola lejos en un soplido. La brisa que siempre anda de ronda la descubrió deshojada- y lentamente susurrando una canción de brisita la depósito en tierra firme.

De su centro se desprendió justo a tiempo su último pétalo- junto a las semillitas que lograra guardar, y así, de nuevo sobre un pequeño jardín volver estrellada para ser una blanca rosa encantada.


A-M-R




Comentarios

  1. Que belleza de relato. Un retrato exacto de lo que pudiera sentir cualquier flor cuando la cortan de su raíz. Es una buena denuncia para las personas que nos llevamos las flores a casa para que luzcan en un jarrón. Aun así, a mi me encantan que me regalen un ramo de rosas.
    Muy bonita y triste esta historia de la rosa blanca.
    Un abrazo M. del Rosario, y feliz semana.

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  2. Uma rosa branca é mesmo encantada. Como o seu texto tão perto da magia.
    Uma boa semana com muita saúde.
    Um beijo.

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  3. Una bonita historia para una bella rosa blanca que se sintió maltratada.
    Un gran abrazo, amiga y te deseo feliz semana.

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  4. Una bonita metáfora la que nos has traído hoy... me gusta que haya esperanza, que cuando todo parece perdido siempre es posible volver a empezar....

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  5. Si ese hombre hubiera mirado a la rosa con el alma no la hubiera cortado, Rosario. Si su mirada hubiera sido la de un niño especialmente sensible se hubiera quedado un tiempo mirándola. Hasta se hubiera tumbado en en jardín, muy cerca de la flor, para disfrutar de su lozana belleza.

    Pero ese hombre no veía la flor, ni veía el frescor que desprendían sus juveniles pétalos. No miraba con el alma... Solo veía con su mente alienada buscando una utilidad a la flor, sin que disfrutar de su belleza allá donde la tierra la alumbró fuera una utilidad. Y la encontró: su vanidad, su narcisismo, su necesidad de destacar, su creencia equivocada de que su belleza reside en los ornamentos.

    Así está ocurriendo con nuestro planeta...

    He disfrutado, Rosario!!! He dis-fru-ta-do!!!

    Un enorme abrazo, querida amiga!!!

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  6. Muy bonito Rosario, parece una metáfora de la vida de ciertas personas que son arrojadas al mundo sin darles una oportunidad.

    Un abrazo.

    mariarosa

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  7. Bella metáfora amiga, siempre se puede renacer. Un mensaje muy cálido desde lo humano.
    Abrazo.

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  8. Es un relato encantador y muy conmovedor !!! Cuantas veces en la vida somos quien deshoja la rosa , tantas otras somos la misma rosa!!!! Para reflexionar y mirar bien de que lado del cristal estamos, cuanto bien y cuanto daño podemos hacer..y tambien no olvidar que siempre se puede volver a comenzar Abrazo grande Rosario y excelente semana

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  9. Una verdadera rosa encantada, esta rosa blanca que, después de haber sido tan maltratada y despreciada, renació de nuevo a la vida, blanca y hermosa, besando al sol...
    Tu historia es excelente.

    Un abrazo!

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