SUBE EL FUEGO
Cuando anochece, hay risas de alcoba, capullos en flor que rugen, alojando ardientes su néctar. Trasparente se acomoda en mi cama esa luz desatada. Desvanecidos labios suplican besos húmedos. El viento flota a la deriva, dos almas se entremezclan como dos gotas perdidas en un mar turbulento. Llega la calma sin estar permitida, se interna entre el alba, el roció. Entre tú y mi almohada, flotan aromas y brillos. Se avecina el cristal matutino, viene seguro a su nidal. ¡Tú que miras! Yo que beso, tú que amas, entrelazados sube el fuego
Buena, en realidad, no es para estar sola un viernes a la noche, si tiene ese no se qué entre las chispas y el fuego. UH!
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Rumores de caracolas coruscantes, deleitan la noche desvelada, con tu canto sensual.
ResponderEliminarun abrazo
Verónica
Rosario,sube el fuego y arden los sentimientos,es una preciosidad.
ResponderEliminarBesos.
Bellísimo poema, desatando la pasión entre las sábanas hasta que el alba los descubre.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz sábado.
Ardiente de pasión, qué lindo es quemarse así, en el recorrido de un abrazo.
ResponderEliminarBesos, medianoche.
que lindo final me emocionó, todo el poema es hermoso como los anteriores que he leido, te noté algo diferente o es que me he alejado demasiado?
ResponderEliminarun beso
que estes bien
Oscar
Hola, hermoso el fuego del amor que abrasa el alama, pero no la quema por que el alma no muere, sufre, disfruta de la vida y sigue.
ResponderEliminarHermosos versos.
Un abrazo.
Ambar.
El rojo del color pasión, el termometro del amor y el dolor dulce de las quemaduras dos cuerpos amándose.
ResponderEliminarAbrazos.
Rosario,mi felicitación por esa pasión de fuego,que nos dejas como un ramo de rosas frescas,amiga.
ResponderEliminarMi abrazo inmenso siempre.
M.Jesús