Aquella tarde primaveral te vi llegar con tu atuendo de hombre pasional, de mirarte, me enamore de tu andar, tu figura robusta, tu caminar, nadie imagina cuánto deseo despertó, tú presencia, tu estilo, tu estampa de hombre sensual. Sin razón, sin objeción, en tus brazos caí, en tu regazo como una flor me deshoje, en esos ojos negros me vi desfallecer, en tu piel canela, ardiente me cobije. La pasión desbordó liberada, y fuimos ambos fósforos en la rivera de la música. El amor junto al deseo despertó, por un sendero apasionado nos llevo. A la hora de la luna se presentó el descontrol, y entre las hojas de su luz, pintamos su belleza de ardiente fuego, naciendo en poesía... A-M-R
Hola, María...
ResponderEliminar¡Bravo!
Muy bien logrados
están los cinco haikús
encadenados.
Abrazos.
Leo en medio del badoneón de Piazzolay entonces, siento wque soy feliz con tus versos
ResponderEliminarUn saludo desde este rincón de mi biblioteca... y desde este medellín, lluvioso
Rosario, ya conoces mi amor por los haikus y estos tuyos, me parecen maravillosos. Gracias por escribirlos y regalarnóslos.
ResponderEliminarBesos
precioso , me encanto el de buscar la libertad, un besito preciosa
ResponderEliminarQue belleza de Haikus nos entregas..
ResponderEliminarExcelente como siempre-
Saludos fraternos con el cariño de siempre
Un abrazo muy grande
Besos.
Que tengas un buen fin de semana
Muy bello me encantó
ResponderEliminarpaso a saludarte y desearte un lindo fin de semana..
besos, Oscar.
Me encantan los haikus en general y estos tuyos en especial, son preciosos.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga.
los haikus son todo un bello ejercicio
ResponderEliminarlos de trini son excelesos
y estos tuyos hoy dan escuela:=)
muaksitos de luz
felíz fin de semanita
Excelente.
ResponderEliminarUn beso