CARRUSEL DE LA POESÍA
Mi castillo de poemas revive y renueva sus letras. Y su música se extiende en versos que fluyen sin cesar por la pluma mágica, que al despertar con la música, habla escribiendo, y escribiendo se hace prosa su majestad la letra. En la noche mis sueños se entregan y dominan la deliciosa frescura de los versos, un vidente que vagabundea en mis libros de poesía, me habla en parábolas y la figura del crepúsculo deshace sus sueños fértiles en pequeñas gotitas. Lleno de simpatía refleja sus dones de hombre al leer más y más poemas. El susurro del viento veleta nos arrulla al fundirse de historias. Sutiles ondas se mezclan en su alma que lee cada línea en la noche de luna. Hay caminos y huellas, el intelecto indaga los secretos de cada expresión que encuentra el músico con sus notas de jolgorio, y tiembla su voz, y sus labios huérfanos cantan silenciosos, entre lejanos espejismos, implorando la libertad de su boca. Él puede surgir en conquistas, en palabras de aliento por senda descono