La noche mas larga de medianoche

Aquella tarde primaveral te vi llegar con tu atuendo de hombre pasional, de mirarte me enamore, de tu andar, Tú figura robusta, tu caminar, nadie imagina cuanto deseo despertó. Tú presencia, tu estilo, tu estampa de macho. Sin razón, sin objeción, en tus brazos caí, en tu regazo como una flor me deshoje, en esos ojos negros me vi desfallecer, en tu piel canela ardiente me cobije. La pasión desbordo liberada, y fuimos ambos fósforos en la rivera de la música. El amor junto al deseo despertó, por un sendero apasionado nos llevo. A la hora de la luna se presento el des control, y entre las hojas de su luz, pintamos su belleza de ardiente fuego, naciendo en poesía.

Tú aroma respiro profundo me sacia los sentidos, me deshoja, me ciño a tu cuerpo de hombre tus caricias me sumergen en tu río. Soy como una hoja al viento mi llanuras sobrevuelas, tiemblas tiemblo, somos pequeñas criaturas que sueñan absolutas y eternas. En este lago de ensueños, de cielos las huellas se van formando de pasión, nos consume la llama del amor y es el soplo de viento quien nos da vida. Floreciendo bajo la luna en aromas, libres como el silencio que nos mece, libres para comenzar el vuelo estelar con el sonido murmurante del amanecer.

Oculto entre mis manos llevo un talismán un agregado del pasado una parte del pecado que quedo encendido. Llevo también las horas, las otras, las pérdidas, aquellas que un día fueron nuestras alegrías rutinarias de abrazos. Llevo la fuerza, la sabia del tiempo que acaricie junto a tu cuerpo tibio. Las noches dosificadas de placer, escondidos de miedo. Mis manos, son las tuyas, somos, como letras desconocidas, caminamos, un trecho largo serpenteándole a la vida sin encontrarnos nunca, solo entre líneas. Amigos;   les dejo este poema, ya que no puedo leerlos ni escribir mucho, estoy con un problema en unos de mis ojos,   así que por un tiempo no podre visitarlos. Besos Rosario

te amare a todo o nada siempre con ganas, te amare sin medida ni frenos siempre a tu lado, si este amor que proclamo algún día se me escapara, lo buscare por tierra por cielo y mar, al encontrarlo lo atare a mi alma, si por ventura se desintegrara, lo tomare  de las nubes, del sol de las estrellas hasta armarlo, si tu estas en otra dimensión allí te seguiré. Esta marcado en las piedras, en la arena, en mi corazón que no se quiebra, si tu no me amas, te entregare lo que siento así podrás hacer de ello lo que mas te convenga, pero recuerda, te amare sin que me ames, sin tiempo ni atardeceres sin distancia ni olvido.

Se cuela la energía de tu alma entre la negación que se debate sedienta de tu anhelo incomparable, sediento de lágrimas que no nacen. El sentir, el deseo prevalecen intactos, nada aquieta tu fuerza que cautiva, es tu poder tan grande que deshace las injurias que te clavan por delante. No fugan los sueños ni se apartan   es tu alma la pureza, es tu coraza, no hay poder que pueda traspasarla solo el silencio de Dios puede a tu alma.

Despertó de golpe de la misma manera que se durmió, cuando el rugido de la muerte sembró en su corazón el miedo, Juana siempre fue débil, su pequeñas manos solo tenían fuerza para sanar a sus seres más queridos, pero ella se fue desgastando con el tiempo, su vida se escapaba , su pequeño cuerpo juvenil apenas podía sostenerse, pero fiel a sus deseos de sanación, a su amor, fue regalando todo para el deleite de aquellas personas que amándola ,no comprendían que ella no sería inmortal, su energía llegaba a su fin. Al despertar así, recordó el miedo al presentir que se iría para siempre dejando a los suyos solos, en la advercidad  de la vida, pidió un último deseo mirando a su cielo azul, ya que se encontraba sola en su habitación, nadie fue a protegerla, nadie la necesita ya, el egoísmo no penetro en el alma de Juana, mirando por última vez el cristal de su ventana se durmió acompañada de ángeles, quienes venían a llevarla a su última morada, su espíritu se elevo, y pudo ver su jardín a

Para cortar el silencio nace la voz del viento hablándonos, quizás, rompiendo la existencia de la soledad susurrándonos como vasija vacía el sonido penetrara los oídos, en un intento proclamara. Hijos del sol Hijos del universo. Montañas lucirán con su presencia los mares roda darán,   en medio del desierto un vasto río correrá sin parar. La soledad tendrá que escapar para no morir en el corazón del universo. Acurrucada entre la niebla una estrella llenara nuestra copa de múltiples colores, veremos nacer un nuevo amanecer entre el oleaje azul, los campos verdes cepillados   de flores, de pequeños insectos. El monte renacerá, la lluvia cantarina caerá dejando su coctel de vida. La soledad solo será un viejo recuerdo, todo será eternidad vestida de verdad. Amigos, aparecieron en el fondo de la página, es como ustedes dicen, yo tengo poca experiencia en esto por eso se me sentí así, ahora ya paso les traigo este texto, espero les guste, muchas gracias por acudi