Cada día que pasa una estrella se oscurece, una flor desaparece con la llegada del sol se enmudece y cristaliza el viento en la sima el sol canta y su voz devora al tiempo. Cuando amanece llega el canto del gallo y su nidal se despierta saludando al sol. Cuando la noche se perfila desandando los soleados momentos de este día azul, es que las estrellas ríen felices el rey se durmió. Sale entonces doña luna con su voz madura y su piel de durazno y clavel, a pasear en la línea del tren que parte radiante de luz y belleza, y desparrama su miel sobre todo el andén, y se produce un murmullo arrullador, un sonido que se nutre de amor, es la luna coqueta y audaz que juega en la plaza, donde están los enamorados, los que sueñan despiertos, los que tienen ternura. Los que niños aún... son rosando a ser mayor luego regresa a su lugar para brillar callada, sin chistar tiene que ser delicada al desandar los caminos del rey.