El invierno llegó despacio
acarico otoño,
despidiendo su estadía de mariposa.
Se creó un silencio acaparador
esperando un tiempo de luz,
con su húmeda mirada
señaló un después de su antecesor.
Abrigando corazones confesó
ser más útil, y más sano
en la tormenta desatada que persiste,
y nos deja a la intemperie
cayendo los sueños y el progreso,
lágrima de primavera lejana.
Un día a de llegar enjambres de guardianes
nos traerán vientos limpiadores,
y volverán a renacer ilusiones
titilando un presente de colores,
un tiempo de paz y felicidad.

