La noche mas larga de medianoche

Aún no sé qué camino tomar hay muchos y muy cambiantes, desearía ver tu nombre en uno para seguir tus pasos de hombre. Hay marcas indeleble en sendas algunas parece marcadas con amor, otras son aureolas del ayer. No sé como dejar esta búsqueda que se repite día a día, y por la noches, con un repertorio conocido en una fábula incandescente de sueños Estamos como partidos de esperanza rodeados de luces y de sombras, fantaseando con la juventud en alza. Un día será el propicio, el indicado porque este amor tan espontáneo, no morira jamas de olvido, en el olvido. Vivirá como las estrellas siempre bellas... Alessandrini María del Rosario

LLegan los días planteando su destino, buscan alejar el cansancio del verano que no dio respiro. Pronto el antiguo otoño vendrá renovado para hacer su trabajo, dejando volar hojas prisioneras, desnudando árboles y arbustos, sembrando colores en caminos y ríos, maravillando con su figura siempre bienvenida. Mientras las horas pasan como relámpagos por nuestro destino, apagando el tiempo, mostrando atuendos antes no mirados, pronto seremos humo y viento, como flores secas volando en sueños, sin saber si un día no veremos todos por ese camino que nos predican. Alessandrini María del Rosario

Una blanca tarde que se fue con su amigo el viento, la lluvia no pudo caer, estaba pensativa. La tierra seca la reclama sus poros se parten, agoniza su energía es deplorable su lamento. El cielo luce más azul que nunca, la dama de la noche, aparece colmada de estrellas demostrando su poder, mientras se va apagando relámpagos se acercan, la esperanza crece abultada, emocionada. Al final es solo ruido todo termina muy pronto, la luna aparece radiante como la reina más hermosa. Y los enamorados salen a caminar se besan en las calles polvorientas, nada les parece más dulce que un amanecer juntos, y las flores se lamentan deben apagar su esperanza, dejar morir sus pétalos por un camino incierto. De pronto la lluvia se presenta para calmar el llanto de esa flor doliente, la vida comienzan, los enamorados florecen, la vida se estremece de vida. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Luego de ti, nada de mí, un tiempo de los dos caricias. Sí, recuerdos vagos silencios en la posada, desencuentros y besos. Un largo camino un andar sin rumbo, la noche y la luna despliegues de versos cosidos en el alma. El viento redondo como una manzana, se parte jugoso, se escurre cansado de andar por los velos de sueños extraños. Un cantor del alba su guitarra arma, como las abejas las mieles fabrican, detrás del silencio. Las aves descansan Y tú, y la vida Y yo, en la sala azul De aquellos días. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

El día se fue rápidamente no me asistió su luz incandescente, no pude lograr verte. Ni escuchar tu voz sobre mi hombro llegó la noche y tú partiste, te llevo la oportunidad. Te deslumbro la luna efervescente te devoro el relámpago siniestro, el poder, el silencio y unos ojos tan verdes, la miopía de su suerte. Mis labios resecos te recuerdan, mis manos mojadas, mi llanto, tu corcel no visitará mis noches, tu imagen vestigio de mi vida . MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI Texto agregado el 28-10-2009,

Alguien llamo a mi puerta no llegué a comprobarlo, un extraño silencio aquieto mis pensamientos en tiempo. Cuando todo parecía ser posible la figura se transformó en estado, como un ave rastrillando mis oídos rasqueteando los recuerdos. Fue fugaz como un soplo retenido que al escapar de su calor huyó, aparcando en un lugar desconocido. Muchas hojas se amontonaron, en el camino bordaron sueños e ilusiones calibrando los sentidos ahumados, enhebrando cielos estrellados. Nació un estado nuevo y comulgado en unas horas de intenso vuelo, todo mostraba que nada se perdía que todo renovaba en un sentido, así se abrió un sendero de amor, y de incomparable sentido de la vida.  ALESSANDRINI MARIA DEL ROSARIO

El verano me sabe extraño no encajo en su vestimenta, como si esperara el otoño triunfal de aquellos tiempos de juventud. Los sueños, y mi musa me olvida vago en su búsqueda antigua, perdiendo en el tiempo pétalos de mi flor favorita, mis versos. Sé que soy fuerte y voluntariosa que lograre regresar a mi jardín, donde las letras cuentan pimpollos desencadenan palabras sin velos. Triunfar es mi destino, lo presiento como el roble que nunca se quiebra, como los astros que son eternos así regresara mi sueño, mi musa y la poesía. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO