AMOR LOCO

Cuando salimos vamos unidos
el mundo es un nido, la calle testigo
te sigo, me llevas somos un destino.

Un amor tan loco, un sueño escondido
somos marionetas de nuestras miradas,
somos como flores que al alba despiertan.

Somos dos amantes que vivimos apurados
con el miedo acostumbrado de perder la libertad.

Somos dos locos del amor, dos almas apasionadas.
Juntas… un volcán en plena erupción.

HAY FIESTA EN EL BOSQUE

La tortuga se desplaza por la verde pradera,
las golondrinas madrugadoras recorren el lugar.

Hay música en el bosque y el lobo no esta,
salió con sus lobitos fueron a cenar, no se sabe que cena
¿será una frugal?el camino es impenetrable...
y van aprisionando estas pinceladas muy blancas,
en el cristal del agua. Hay flores que se mecen
como los barriletes y vuelan como si fueran flores de seda.

Y el lobo está con sus lobitos, se los ve pasar, nadie tiembla,
el bosque está feliz, la conejita color avellana con su conejo color café
salen de su madriguera, a caminar, llego la primavera y el sol
despacito se cuela para dormir sobre la alfombra verde junto
a la rana azul, con su duende salen para la ronda del el chanchito
gordote que invito, se agrega la tortuga que al fin aterrizo.

Llegaron las golondrinas, pues lograron bajar
y así, todos unidos sin miedos muy juntitos
tomados de sus patitas por el sendero frondoso
que va al lago, se deslizan entre colores y olores,
hay manzanos en flor y abejas doradas,
hay fiesta en el bosque, hay paz.

RELÁMPAGO SINIESTRO

El día se fue rápidamente
no me asistió su luz incandescente
no pude lograr verte.

Ni escuchar tu voz sobre mi hombro
llego la noche y tú partiste
te llevo la oportunidad.

Te deslumbro la luna efervescente
te devoro el relámpago siniestro
el poder, el silencio y unos ojos
tan verdes, la miopía de su suerte.

Mis labios resecos te recuerdan,
mis manos mojadas, mi llanto,
tu corcel no visitara mis noches,
tu imagen vestigio de mi vida.

VINO DULCE

Con esta copa de vino
que lentamente yo absorbo
nacen burbujas
simplemente aromáticas
abarca el horizonte eternamente
salta sobre el futuro
de sol, hojas caídas, flores perennes
como navío atravieso tu alma
muy lentamente con la mirada
tú, te cuelas bravío sobre mi cuerpo
tú, me llegas con el fragor del río
abrazándote, sin más preguntas giro
nos tiembla el corazón, la piel, la vida
esa luz interior nos acompaña
sobre el acantilado y su torrente
el amor danza, y danza, arrullándonos
los sueños se transmiten de tu boca, a mi boca
nace la algarabía, surge el llanto
llanto de amor y placer compartido
mágica noche para el amor
cantaremos, al mundo que somos dos
dos, idólatras de la pasión
dos, cuerpos, un solo amor
un solo fuego.
en combustión.

LLAMA DE FUEGO

Llama de fuego
evapórate.
Deja que se extinga
esta locura.
Que brava se recepta
sobre tu remolino.
Descalza
cabalga en mil colores.
El aura radiante
y ardiente.
Déjala
que se limite su furia
que se ahogue en tu lluvia.
Desaparece el arco iris
queda en el horizonte
que no existe.
Quebró su estela
mancho su brillo.
Es que dejo… solo al sol
nació el color púrpura
Del desatino.
del no milagro
del Infame demonio
que arde furioso
en su paso glorioso
se descubre,
payaso.

ORO Y TRIGO

Complaciéndose con sus frutos y su venta,
la niña y su madre, ríen feliz.
Sus humildes productos, que recogieran de su huerta
hoy les da de comer, su clientela se nutre con su miel,
con sus frutos jugosos.
El paisaje mágico, luminoso, lleno de vitalidad, y cánticos
donde las protagonistas soberanas, dominan el lugar.
Con asombro y curiosidad, cuentas sus monedas,
que guardan en su atuendo amplio.
En ellas renace la alegría, bajo la tarde tibia,
en sus rostros se refleja, haber terminado la faena del día.
Oro y trigo, amor, y un racimo de fresco aliento.
Un mañana libre de hambre, portando el triunfo
asoma la felicidad.

©medianoche

NOCHES DE ALGODÓN

Fecunda sueña la noche cuando salen los astros a contemplarla

Respira plena y profunda, adornada con gotas de destellos

Ella es mujer porque lleva en su vientre a sus hijos incrustados,

ella se sabe única y bella, adornada cuando despierta de su letargo.


El susurro del mar le llega en bandeja dorada de su hija luna,

el silencio sabe a roció estrellado sobre su oscura piel azul.


Hay noches que dejan dormir a sus criaturas, para que llegue la lluvia,

y desparrama sus mesetas de algodones a jugar con tambores de agua.


Así... la noche transcurre su eterna vida, entre sombras y luces encendidas.