LA NOCHE
La noche me trae tu voz, tu aroma, se me enreda en letras de poemas. Me cubre el sonido suavemente, se me queda tu boca, tu aliento de miel. Tu nombre me despierta tu imagen llena mis pupilas de paz. El cielo nos contempla tu allí lejos, yo también perdida en la penumbra de la distancia cruel. Pero te huelo, te intuyo, te siento bravo correr por mi piel, mi boca, y las horas se detienen. Ambos encontramos el sol de fuego, que creció lejos, pero late con fuerza junto a nuestra gran pasión incontenible. Que devora la distancia y vuela enlazada a nuestro encuentro.