Asombro de ser y poseer un corazón que late, se despliega incesante por mi cuerpo, sueña. Insaciable, no detiene su andar, las colinas son esbeltas y peligrosas, cuando se empecina distraído observa y late. La caricia trasparente, la sonrisa de la brisa. Es un corazón Cautivo del amor, siempre lo ha sido, la memoria me zumba recuerdos del ayer y compruebo que es un viajero incansable y noble, ardiendo siempre, soñaba los mismos sueños, vivía diferentes estadías pero no paraba de ser único, mío, Inestable... jamás siempre sobrio, ardiente y caprichoso. Por eso es mío, porque vive mis sueños y mis anhelos, mis males y desconsuelos, mis alegrías y este tiempo que hoy me toca vivir, se que se remontara y saldrá a flote. No está enfermo en todo caso se enfermo el epiciclo actual.