La noche mas larga de medianoche

Fue la manzana la gran embustera O fue Adán y Eva el fruto pecador. Ellos estaban hechos de cartón Tenían plumas finas de algodón. Una abeja blanca los dibujo Inocentemente cayó el pudor. Lágrimas surcaron sus rostros La miel que probaron los debilito. La planta culpable les hablo Los juegos de la víbora los perdió. Hoy la fragancia del bosque se renueva En la briza celeste esta Eva y Adán. Enamorados cristalizado su amor Sobre la tierra donde cayeron viven.

Dibujando en el aire marino En esta playa de arena y sal En sus colinas de olas hambrientas Metáforas poéticas fluyen más. Ausencia imaginaria de la luz Al correr por los surcos de corales Iluminada de cantos y tempestades Trémula se desoja tu sombra en mí. No hay sirena que su belleza disipe El mar la toma y la absorbe sin piedad Y yo sigo pintando sus colores y sonidos Con la pasión de saber comprenderlo. Aquí sobre su arena tibia camino lento Con mi paso de lombriz y mi mente abierta Quiero amanecer en su columpio de sal Saciarme de sus golpes posesivos de mar. Acurrucarme entre sus peces dorados Entre sus algas verde musgo y cangrejal. En su tupida sustancia de sodio, de calcio Allí, saboreando su aroma y color me disperso Como un pez más, luciendo mis escamas de paz.

Susúrrame Soy tu auto, Que en la carretera Te da placer. Abrázame Soy tu volante, Tu poder. Aprieta mis pedales Siente mi carrocería Veras que todavía Puedo volar el suelo, Notas que gimen las gomas Con tu acelerada embriaguez, Y en cada volantazo Te cantan a sus ves. Llévame al lavadero, ¡Quiero sentir mi piel Libre y brillante, suave! Poneme lubricante como Si fuera tu amante, que En noches rutilantes Corriendo en la autopista Abrazados quedamos De furiosa pasión. Sobre el árbol veteado Que enojado nos da, un bofetón

Lamento de viento poético es tu voz, tu herida que brota, es tu angustia que yace inmortal mustia, desgarrada, desmedida. Deja de pensar en lo que fue recobra la calma del alma, invierte para que tu corazón mañana descubra el amor. Espera el día en silencio para sentir cuando llegue el sonido que te acariciara y sembrara de dicha tu vida. Recorre tus arterias de fuego embarcado en tus anhelos, descubriendo tus deseos aprisionando el paraíso. Anímate, el tiempo es tuyo, la llama encendida brilla te espera, quiere acariciarte rosándote con su cálida luz. Despierta, el cielo esta más azul tus sueños viajan en una estrella, tus deseos acarician las nubes, la brisa se acomoda en tus pupilas. ©medianoche

No temas de la noche bella niña las escaleras… es tu explanada no te detengas, vuela sobre ellas allá, a lo lejos está tu premio. No temas es una prueba interior Tú misma quiere saber quien sos, anda, no descanses hasta llegar a tomar posesión de lo que es tuyo. Arriba esta tu espíritu, lleva tu cuerpo no te abandones al frió desencanto no te cobijes con dudas y miedos, si las nubes se dejan ver, tú no pongas velos. No te detengas, apresura a tu ilusión no la dejes decaer, puedes perder la fuerza y quedarte siempre oculta de ti misma en la soledad de la niebla. ©medianoche

Recluida en la borrasca observe el alba y las gaviotas volar. Y los corales vestidos de arena, azares de plata y sepia. Bifurcando las aguas y su sal los peces multicolores unos tras otro van. La noche asoma desnuda y nacarada, el azul intenso la tiñe de luz. Amuradas mis nostalgias se entre cruzan fugas, suaves melodías matizan mi fatiga. Parpadean mis recuerdos afanosos por salir la libertad quiere despertar, peregrina bajo este manto inmortal.

Oculta entre mis manos Llevo un talismán Un agregado del pasado Una parte del pecado Que quedo encendido. Llevo también las horas Las otras, las pérdidas Aquellas que un día Fueron nuestras alegrías Rutinarias de abrazos. Llevo la fuerza, la sabia Del tiempo que acaricie Junto a tu cuerpo tibio Las noches dosificadas De placer escondidos de miedo. Mis manos son las tuyas Somos como letras desconocidas Caminamos un trecho largo Serpenteándole a la vida Sin encontrarnos nunca Solo entre líneas.