¡Qué tarde deliciosa! Asoma la noche que siempre llega, siempre oscura,
siempre revuelta de nubes y estrellas, es sin duda su destino. Otros caminos de
luz la iluminan al pasar, las fantasías se yerguen de mariposas inquietas que
revolotean en la penumbra. Mientras ambos esclavos, nos dejamos ver a la
medianoche de ayer…
Apenas en trazos difusos, y muchas líneas del corazón se mezclan con el
sonido del amor, y el eco del mar. Hoy somos inspiración y tiempo, alegría
marcando resistencia, fluyendo en la suma de esperanzas. Creciendo en la
producción de sueños que nos permitan transitar, por una senda
exitosa y mágica.
Todos los que se puedan hacer realidad, alimentando nuestros sueños en
una verdad coherente y real.
Bajo esta sombrilla de estrellas sigo el transcurso de las olas marinas,
sigo la huella del destino como una mariposa adolescente, esperando no ser
rehén de mi propio espejismo. Espero lo mismo de tu noble corazón.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO






