
El sol naranja
que duerme en el horizonte
refleja su grandeza
sobre los cerros.
Vuelan las hojas,
esta pronto el estallido
del otoño que se acerca
entibiando la tarde.
Todo es color en el prado
el árbol se desnuda sin apuro,
su ropaje ya casi no lo cubre
cae dulcemente la tarde.
Árbol y brisa se besan,
la voz del agua cercana
les canta una melodía,
entre las ramas hay fiesta.





