SESENTA SEGUNDOS

Tan solo sesenta segundos
Y pude ver el mundo bello

recorrer las praderas,
besar la fresca mañana

Sentirme renovada
con deseos y hambre,
con esperanzas renacidas.

Sesenta segundos de vida
Y el alma llena de amor y paz.
Provocando alegrías y júbilos

Fue un sacudón de emoción
al verme y sentirme universo,

Que bellos segundos viví,
espero repetirlos diariamente

porque encontré el elixir de la vida
el fuego sagrado de la vida.

BENDITA TIERRA

Tengo alma de poeta impetuosa como tú,
allí, me veo junto a ti siempre girando,
nuestros reflejos se unen ahora en consonancia
y se llenan de sensaciones, de años, de sed,
nos encontramos en un oasis rico de amor
cubriendo de letras la arena dorada,
mojando con tinta y emoción cada granito,
cada capítulo de nuestra unión y de futuro,
somos abejas creadoras de sueños y esperanzas,
llevamos imágenes para hacer y recrear
un cuadro que nos hable del mundo más hermoso,
de ese mundo... en el que queremos vivir felices,
somos poetas del viento, del sol, del agua, del amor
nuestra tierra nos nutre y nos regala su belleza
y su naturaleza, para que escribamos de ella,
de nosotros, como parte de ella, somos sus hijos
y queremos ser parte del mañana, del paisaje,
de sus colores, de la libertad unidos en amor y paz.

EL MUNDO DEL SONIDO

Siento que la naturaleza
nos colmo de belleza
nos regalo todo,
somos solo silencio
ella es todo clamor.

Somos pequeños seres
que por ser mayoritariamente
seres humanos
somos poderosos,
grandiosos, inteligentes.

Hemos aprendido a crear
lo que la naturaleza
nos dejo al descubierto,
no es casual tanta armonía
nada puede ser más que ella.

La vida es un momento
otro lo es, la muerte
como el amor, el odio
como la luna, el sol
somos delicadamente mortales.

Y por eso, creamos la música
creamos lo que estaba escrito
creamos armonía, alegría, placer
somos un pedazo de naturaleza
que camina, por el mundo del sonido.

INDIFERENTES(CADENA DE HAIKUS)

Tu cuerpo está
entre las hojas secas
sobre las flores

mi cuerpo está
lo mismo que una estrella
un cristal claro

sueños rosados
tus colores secretos
trepa en mis labios

se acerca el alba
alegrías y pena
que el tiempo vuela

en el espacio
ese pequeño pájaro
se va perdiendo

nosotros somos
indiferentes
de aquel adiós.

MAR

Porque me pierdo
en tu mirada gris,
en esos ojos centellantes,
porque permito que tu voz
me abrase, me ate, sobre tu caracol.
Soy luciérnaga de luz constante,
brillo para alumbrar el camino,
luzco con aspecto vibrante,
siempre estoy errante en mí tornasolado vuelo,
acaricio la fresca mañana, fría,
arde en mí el fuego
de las noches de hogueras,
somos muchas, somos tantas
mariposas soñadoras,
ágiles sirenas del viento.
El silbido del eco me acompaña
y me cuenta de tu agua dulce y salada
de tu color esmeralda.
Ay mar, sueño en un largo viaje,
solo para ser luz, cristal, al son del viento
sobre tu cuna de agua.

SOLO

Solo, cruzando el rió
va el pajarillo aquel,
sus plumas tan amarillas
dejan una estela resplandeciente.

Volando va por el mundo,
y en un segundo
la tierra toca.

Herido, sin un sonido
quedo prendido
del árbol caído.

Agonizando el pajarillo
mira el cielo como pidiendo
a su estrella le de la paz.

Pobre, sin más consuelo
que el suelo verde
el viento alegre.
cae ya está muerto
y el que lo hizo
corre feliz por el sendero
donde yace su presa.

Lo alza con mucho orgullo
y sin más pena, está feliz,
regresa con su trofeo.

El río llora,y el árbol triste,
lo ven pasar con las plumas
cayéndole sobre su cuerpo frió.

INFINITA CRIATURA

Voy buscando asilo en el atardecer
para mi corazón que está dormido,
Solo, quieto, pende de un hilo.

Sola en el manantial
triste y perdida me siento,
la cigarra impaciente me canta fuerte,
por senderos y colinas,su canto alado.

Me acompañan remolinos dorados,
colgando de su esfera, brilla la luna
ella me observa, ella murmura,
ha nacido una estrella en el camino,
testigo de mis pasos también la alondra,
se descuelga sobre la alfombra verde.

El duende de la noche danza, festejando y su magia,
sopla nostalgia sobre la estela de mis huellas,
sobre mis sueños, que el viento acompaña y desparrama.

Como una semilla va germinando mis sentidos, mi piel
voy dibujando la tierra entera, dejando a mi lado miles de estrellas,
arriba en la montaña un árbol sueña,
que la brisa me cuenta su perfume, su miel, que el árbol deja.

Y me siento cual niña, desnuda, feliz sobre esta tierra,
que me invita a crecer, cristalizándome sobre el follaje,
infinita criatura de esta bóveda azul.