
Hoy te sentí salir silencioso y perdido
mi horizonte fue brisa ligera sin ti,
tras esos muros, intento ser duende dormido
en vano, solo son sueños perdidos.
Sueños que lentamente se alejan
nadie más que tú los alimenta,
y si no has de volver se van perdiendo
como un navío entre la bruma.
Cuando tu amor llego estaba ausente
los dos fuimos amantes desesperados,
tú te llevaste mi flor, mi cántaro,
me quede sola dibujando tu figura.
Voy recorriendo este otoño triste,
se mece con el viento tu silueta
allá en la lejanía, en mis pupilas
veo tus dorados secretos fríos.
El tiempo filtra en mi mente
las noches tan nuestras y lejanas,
ardiendo en llamaradas, sedienta
fluye mi corazón enamorado.





