SENTIR TU PIEL
Esos ojos enamorados en este mar azulado trae envidia de su sal. Esas manos tiernas, inagotables, labradoras, refresca los jazmines renacen grillos. Ese andar en los amaneceres ilumina la vida, disfraza las nostalgias y sale el sol. Tu corazón que vibra, lo mismo que una estrella envuelta en la bruma de la noche. Tu espíritu creador como un río sin cauce, pintando entre espejos los buenos sueños. Es tu andar tan sereno, tu voz claro de agua, tu vida refrescante dibujando en tu hacer. Que inundas con tus huellas extrañas melodías para sentir tu piel. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI