La noche mas larga de medianoche

  Soy amante de la noche cuando brilla en mi coche, veo el cielo estrellado, ¡y me anima más este broche!. Si camino y te encuentro soy ligera como el viento yo te tomo de la mano, ¡y ambos cruzando nos vamos! No espero que me quieras ni que al verme me prefieras, se que un día tu te fuiste ¡en mi cama quede triste! Hoy que paso por el campo y los cardos me saludan, ¡si eres hombre tu ternura podremos usar de apertura!. En mi nido por las noches me detengo a ver el cesto donde deje tus recuerdos, ¡algunos, que no son lo nuestros!... A-M-R

  Nada para ver detrás del biombo que refleja tu estado emocional, una barata impronta del ayer que resulta grotesca observar. Nada por recordar de tus manos flotando en aplausos desoídos en la cabecera de aquel piano, solo un crujir de pasos sonoros. Nada porque recordar de nada luego de un triste tiempo vapuleado, de un anochecer apabullado con tu mascara trasgrediendo versos. Hoy transfiero tu sombra dislocada dando el paso febril entre sueños conjugando el destino de tu ayer, con tu esplendida coraza empeñada. Mañana podremos mover el tiempo desvalijar las migajas de los nombres, recubrir con la cal del espacio mudo el ayer conflictivo del pasado vencido. A-M-R

  Ella cosió su malestar de harapos con achujas de croché, latió fuerte su corazón desbocado, entre burbujas de emoción. ¡Nadie lo entendía así! fue justamente eso, su libertad y su verdad final que la asistió. En segundos plasmo sus letras quizás, días o horas, todo fue rápido y prolijo. Sus ojos asombrados reflejaban su camino de estrella, el resplandor de lo acontecido la libero de sus pesares. inmutable y radiante rescato el aroma del ayer, perfumando el atardecer en silencio. De su jardín maltratado surgió una luz preciosa, vagabunda y danzante floreció. Cristalina, y sutil su silueta desandando el camino, encontró su destino de mujer... A-M-R

  Si las flores te tan alegría, amalas, si la soledad acompaña tus días, disfrútala, alguna veces el corazón necesita paz, y el cuerpo descanso, de tanto andar por la vía perdida de ese pensar, no detengas tu alas, vuela, completa tus deseos. Cuando la llanura te llame camínala, cuando el viento te aturda desconéctalo, de tu rostro, de tu piel, de tus ojos llorosos. Si la vida te entrega dicha a raudales, disfruta. Olvida las penas, las dura condena. Y TOMA LA DICHA... Y devora tu vida, tu norte y tu sur, Todo cuanto hay allí. De aquello que nunca te dieron, de aquellos que te olvidaron.... A-M-R

  Violín, el sonido de tus cuerdas enaltecen la música, y el alma se cuela por la ventana de la vida. En tiempos que nada puede calmar el interés perdido, tus cuerdas laten, y una luz se cuela por las pupilas. La fortuna de tus decir al replicar en la noche de luna, me enamora de amor. La sinfonía da esperanza, y al llegar la luna ya nos entendemos como si fuéramos una sola pieza. En tiempos de calma, solo reír fue siempre tan humano, ya no se siente igual. La luz encendida de los cantores está de regreso, y sus canciones hacen renacer recuerdos. Recuerdos que se apagaron, ya hace mil años, hoy apenas unos cuantos. Mi luna con tu sonido me llevas por el sendero más bello, me hace recordar la alegría, aquello tan intenso, tan grandioso. Hoy les dejo mi nostalgia, con mi estrella que me guía, y me hace sentir diferente, igual me llena el alma de emociones A-M-R

  Caminamos senderos estrechos Cuando la vida nos apresura, Vamos en una nube blanca Contando las horas y los días. Tratamos de ser inteligentes guardando las normas exigentes Pero el rio cruza de pronto Y la vereda se llena de desechos. La vida camina a nuestro lado Y nos regalas días de ilusión, Y otros tantos de desilusión Sabemos de esas cosas casi todos. Existen momentos maravillosos Que nos hacen entender Lo bello del amor cuando es puro, Sabemos leer el tiempo que pasa. Ese tiempo que no ha de volver Que nos deja en la incógnita, En la memoria la felicidad que vivimos Nos damos cuenta tarde del capricho. De no tomar ese tiempo del alma Del corazón que soñó ser dichoso, De ese amor que voló sin adiós De la maravilla de tantas otras verdades. A-M-R

  Caminamos senderos estrechos Cuando la vida nos apresura, Vamos en una nube blanca Contando las horas y los días. Tratamos de ser inteligentes guardando las normas exigentes Pero el rio cruza de pronto Y la vereda se llena de desechos. La vida camina a nuestro lado Y nos regalas días de ilusión, Y otros tantos de desilusión Sabemos de esas cosas casi todos. Existen momentos maravillosos Que nos hacen entender Lo bello del amor cuando es puro, Sabemos leer el tiempo que pasa. Ese tiempo que no ha de volver Que nos deja en la incógnita, En la memoria la felicidad que vivimos Nos damos cuenta tarde del capricho. De no tomar ese tiempo del alma Del corazón que soñó ser dichoso, De ese amor que voló sin adiós De la maravilla de tantas otras verdades. A-M-R