SENTIR LA VIDA
Va despoblando el tiempo que no perdona acariciando leve el corazón, con ese caparazón que late y late todo es un torrente de emoción. Seca la piel del cuerpo, suave su alma solo entre latidos del corazón, todo se va perdiendo entre las fibras pero el alma sabe de otro aluvión. Late que late con energía, y con valor sabe que le responden todos a favor, es una sinfonía suave, bien apreciada por eso nada importa más que el amor. Cada instrumento fino de ese cuerpo respira solamente una ecuación, que desde su esencia es todo fuego, para sentir la vida toda pasión... Alessandrini María del Rosario