TODAS
Cuando el tiempo dejo espinas en la senda femenina las flores explotaban en las esquinas, cuando sus pétalos volaban murmuraban cánticos suaves las viejas espinas secas se extinguieron. Un nuevo amanecer traía tiernas caricias en movimiento salpicando alegrías sin sufrimiento, el camino se poblaba de muchos momentos buenos que sembraban atardeceres en armonía. Siempre los sueños evocaban horas de dicha pasadas la noche negra con su boca de fuego, y sus ojos de cielo, formaban abanicos de ilusiones que al poseer la vida nombraban suavemente a todas las mujeres que dieron su vida, sus emociones y su entereza para amar sin medida. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO