La noche mas larga de medianoche

Nosotros, que caminamos largos días que reprimimos mil posturas, que nos quedamos sin amigos. Nosotros, que repartimos tanto cariño que sufrimos muchos destinos, nosotros fuimos testigos de lo que fue. Nosotros, los pecadores sin consuelo los equivocados e inoportunos, los que dejamos un tiempo en la penumbra. Nosotros, que fuimos los reyes sin corona los que aprendieron a ser hombres en los suburbios de la vida. Nosotros, seres humanos renacidos gente de gente que más amamos, nada nos queda se ha perdido. Nosotros, esos chiflados sin testigos locos que vagan en las sombras, locos que sueñan sueños de otros. Nosotros... fieles amigos desde siempre inquebrantables devotos de este destino, hoy nos llamamos arrepentidos... Alessandrini María del Rosario

Mujer… río caudaloso con brazos para repartir, con columnas para apoyar, mujer sabía y dulce, en tu día… que son todos te quiero recordar quien sos. Que al mundo viniste un día para dar amor y ser madre, para comprender sin ser comprendida, para amar sin pedir, solo esperando el momento de ser invitada y amada. Mujer que sufres sin remedio, que en todos los momentos estás, que sos como un ángel guardián, mujer adorada y hermosa, revestida de corazas tu corazón para no llorar, si, reír y perdonar. Madre abnegada, luchadora tenaz valiente y femenina, llena de gracia divina, consagrada al bienestar de todos los que componen tu hogar, a ti te deseo un feliz día. FELIZ DÍA MUJERES DEL MUNDO. Publicado por  maría del rosario Alessandrini  8 DE MARZO 2010

Como un encuentro ilusionado vi, tu perfil desesperado tras el cristal de mi ventana. Tu sombra hilvanaba una melodía blanca, etérea, envolviéndome. Tus dorados secretos se entregaron perfumados de bosques y margaritas, como un duende flotando en su árbol entre capullos de brisa, y caricias. El reflejo de tu corazón tallado amor, la luz de tus ojos en mi verano de oro. El espejo que habla de tus huellas, y aquí, en mi ventana bajo la luna el nido. La noche brilla en su azul intenso, leo en tus ojos instantes misteriosos. Recuerdo ese amor tan grande, y tan fuerte, las estrellas guían mis pensamientos siento que te apoderas de mí, estoy en ti... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Las doradas lágrimas escapan tibias sin perturbar pestañas doloridas en remolinos bajan rozando sueños moviéndose sin paz sobre los labios, como transeúntes chapoteando agua las gotas abundantes y horizontales se permiten navegar sin un suspiro nadie las detiene son volátiles, frágiles y traen consigo mieles y recuerdos. No se detienen con la prisa del mañana ni buscan someterse a las penas vanas, libres se nutren de su mismo amor se humedecen de locas alegrías y de nubes, de aquellos tormentos bajo la luna indiferente. Cuando se ven corriendo por los pómulos se mezclan emociones, talentos y jolgorios, ellas fluyen separadas y a la vez juntas no le temen al qué dirán, ni si se mueren. Saben a dónde irán cuando al fin descansen se guían por el color del firmamento, acompañan su baile con los brillos resaltantes de ser tan bellas, y claras como el agua. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

La arena sepulto las horas de aquella mañana, transformo las olas en errantes látigos, esquivo la sombra de aquella figura, en medio de todo el agua corría con furia ese día. Te busque en la sombra de un navío esquivo, en la luna roja que avergonzada bebía, su sal desventura espuma dorada de mi mar salado, la furia escondida. Errante en la noche vague sin consuelo, buscando tan solo tú sombra de nuevo llorando en silencio con lágrimas rotas, entre la profunda raíz mi desvelo, te nombre callada. Mientras se escurrían las aguas más blancas, alcance a mirarte mientras me bebían tus ojos errantes... me mantuve quieta mientras trasladaban tu silueta muerta. Se detuvo el tiempo junto a mi lamento como mis latidos, la pálida noche presintió mi furia, se alojó en mi cara... tu ojos de plata, tus sueños de cielo perfumo mi alas. Alessandrini María del rosario

No sé... si fue o sera, solo advierto un desencuentro entre los vientos blancos. En éste fulgurante día, un muestrario del tiempo, un espejismo que seduce las horas por llegar. Quizás, la vida fresca, en un momento oportuno muestre un cuadro bello, que no alcanzo a contemplar, ya que en este presente no existe. La niebla todo lo esconde es un manto borroso, que no deja pasar la pintura, ni el dibujo, de las horas pasadas, ni las letras que descubren tu nombre. Quizás, deba volver a rastrear ese pincel que aun cargado de pintura fresca, permanece perdido de mi ojos, anclados en los tuyos con la rima escarlata, con el viento elevado entre mil caminos perdidos, otros mil terminados. Quizás, ya el sueño despertó naufragando, entre cascabeles rebeldes, y esperanzas destrozadas por un campana, entre un hoy... y un ayer, que fue girando en su descomposición sin saber que hay detrás del cuadro, muestrario de tu tiempo  junto al

A fuego lento tus ojos me derriten mi cuerpo vibra, mis sentidos se nublan ambos estamos suspendidos en un viento fraguando nuestro amor, las manos inquietas enloquecen. Somos sol y luna enlazados mar embravecido silencios compartidos mientras el éxtasis nos libera la noche con su magia nos perfora nada hay que pueda silenciar este instante ardiente todo se conjuga  todo es nuestro por el tiempo que a dejado de pasar. Es un momento que sacude el corazón ambos nos nutrimos de placer nuestros cuerpos  se van desenvolviendo sin piedad en una nube insinuante, la tempestad de éste amor fluye y se disuelve seguido del silencio que emana de tus labios rojos de mis labios ardientes de nuestros cuerpos  en pleno vuelo.... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

El sol nace con bríos de hombre, la tierra lo espera con amor para correr por montes y jardines. La lluvia cae con suave vigor sobre sus flores, para calmar la sed que el viento absorbe en su trajinar desesperado por amor... El amor por su luna naranja limonera, para lucirla mujer esbelta y brillante, por el tiempo que dure su reinado. Entre la nieve donde duermen los duendes una flor ha conversado enamorada de su blancura, sus pétalos rojos han asistido al viento, a la lluvia, al sol, la luna al planeta... En todas partes reina la existencia, el mundo gira, el mar no detiene sus olas. Ni teme perder su poder de sal, y seres vivos, nada puede desactivar la vida, solo Dios. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO Alessandrini María del Rosario