CARACOL
Una mañana de sol transparente su figura emergía como una flor extraña en mi jardín. Un retoño que plante dio su primer pimpollo, en sus pétalos de seda un caracol renació, con sus ojos de bellotas se comía mis platines. Mi jardín en un susurro a los gritos me pedía que sacara al señor que sus bigotes dolían, cada día que llegaba una flor él se llevaba. Con un pañuelo de plata al caracol asiste lo lleve a mi ventana y la vida le entregue, el parecía decirme que le gustaba mi jardín, ya muy conmovido arrastrando su casita por la pared descendió, al fin ellas felices brindaron con más color... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO