La noche mas larga de medianoche

Un lejano recuerdo prendido en tu pañuelo.  Acaricia mis ojos rociados de nostalgias, es tu calor que brota en ésta madrugada de luna enamorada, mis ojos rescatan tu aroma y tu sabor...en rosas y color. En esta noche clara de luna casquivana, que  vaga  sin parar que sola se pasea por montes y quebradas luciendoce camino del ayer, alumbrando tu sombra en plena claridad perpetuando tu nombre como en este pañuelo  húmedo que me dejaste el día, cuando tu voz de viento se quebró temblorosa flotando entre mis lágrimas. Fue una despedida que nació sin motivos ni olvido, fue un pañuelo que se quedo perdido en mis ojos. ¡Sé que cada noche el amor que me ronda es tu voz, tu silencio intangible, tu silueta de nubes, tu andar sin mí!. yo que nunca te espero, sé que nunca vendrás, ya no existes, el amor se quedo entre sabanas viejas de llanto y sudor. Hoy lejana y ausente la luna se derrama sobre mi corazón, y te evoco nostálgica, te sueño hambrienta de amor, ¡

Una copa de cristal, Vistosa, con sus burbujas que asomadas van y vienen, redonditas y afiladas, Tú las besas dulcemente ellas fluyen en tu mente, Van inquietas, picaronas pasan, pican y se ahogan, mientras su liquido Y su aroma... va creciendo en tu boca dorada y fragante. En cielo sus estrellas vagan, enamoradas del viento, que murmura su lamento y susurra. La copa se perfuma de caricias, y en tu boca un sonido amanecido, me propone un instante de locura. Otra copa, otra miel abrazadora que destila su fragancia entre los dos, Nos amamos como gotas trasparentes y esas burbujas nos aprietan de placer. Vamos con la luna al rincón de la locura y en el tiempo el licor nos da valor, nos permite una noche de desvelo para amarnos como nadie jamas amo.

Profundamente triste Marisol contemplo sus ojos frente al espejo, no quería creer lo que el espejo le devolvía. Un alud de palabras sin sentido le cayó encima; hiriente, estúpido, egoísta. La soledad de ambos fue descubierta, estando juntos no podían atravesar esa montaña de incertidumbre, esa pena que albergaban los dos en diferentes direcciones, pero que se unían en una sola línea de dolor. Una lucha continua, perpetua, irracional que no podían vencer, porque el fuego del atardecer ardía permanente sin tregua. Marisol soñó desde niña con un amor puro, grande, que nada pudiera dominarlo quería ese amor elegante, sincero, amistoso pero arrollador y ardiente, logro conocerlo, logro disfrutarlo, tuvo la oportunidad de ser feliz un tiempo, el mismo tiempo un día se lo mostró diferente; desde ese momento ardió en su pecho el fuego de la ira, el fuego que todo lo consume dejando huellas imposible de borrar, heridas incurables, tiempo perdido dolor y más dolor. Hoy la sequía dejo sin

Es evidente esa borrachera descorchando ansiedad, en el balcón de tus ojos... Tus pupilas agazapadas siembran sensaciones, abulia. El carbón arde como antorcha en el abismo del abandono, allí donde mil estrellas te iluminan ¡te aturden con sus cascabeles!. Y sales al viento de la noche plateada recorres la luna con tu mirada, resuelves tu acertijo canalla, desprendiendo tu lágrimas sensatas. Tu camino se vuelve distante y los sueños te atrapan en la bruma. Reconciliado con los versos ahumados con los sueños cambiados... regresas a tu interior, ya más calmado te unes a tu saber de peregrino llevando una mochila por destino. Sin saber que bendecido por la luna encontraras tu tiempo más antiguo...

Escaparon letras, recorrieron libros susurraron ideas. Poblaron cuadernos hojas inquietantes formaron círculos encontrando palabras escaparon libres. Flotando en tiempos se alargaron lunas crujieron montañas ellas siempre firmes fueron por el aire corretearon campos al mar se mudaron. Buscaron caminos para hallar al hombre de plumas y papeles. Encontraron almas corazones grandes bifurcaron huellas entre cielo y tierra. Desde ese tiempo están todas unidas nunca entristecen ni son enemigas…  ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Un lugar seguro para vivir, sin apuros ni codicia. Un lugar seguro para soñar, sin escaramuzas. Un lugar seguro para cantar, sin abucheo. En cada plaza, existe un rey que duerme descalzo, sin esperanza que se destiñe, por la impunidad otros... el poder del grande en la imoralidad de su codicia. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Ya tengo la respuestas a mis preguntas y sé que muchos otros la tuvieron, no importa , yo la encontré ahora y pienso hurgar hasta que la tempestad me aturda. La selva se a vuelto tumultuosa y senil las horas se acobardan y languidecen, y en medio de tanto descalabro, lo distingo a ese soplo imponente que me inquieta. No soy de las que temen a las cosa ya inertes ni la que busca rocas para hacerles frente, las palabras sobran cuando están activas y en eso solo espero me respondan ellas. No sé si de verdad quiero saber, si es cierto aquello que sembró la duda interminable, lo que importa es que no tengo dudas y puedo ser tan fuerte y ágil como yo quisiera. Ya comienza arder aquella llama que prendió sólita los hombres nunca supieron de su arder mezquino, solo perdieron el tren cuando debieron asumirlo. En cambio hoy el tren no llego a destino se lo busca por montes, cielo y mares confundidos. Al fin me quedo quieta dentro de este infierno, y que me asistan las

Existió un amanecer de fuego en aquel instante nuevo.. fue el recuerdo cubierto de sueños amaneciendo en tu ventana flotando entre dos islas olvidadas. Existe un nuevo día en la lejana mañana un tiempo ido, un tiempo nuevo, que va poblando los rincones socavando los rencores. Así amanece día a día como una flor sultana, vestida de nubes y collares de aveno, con cielo de estrellas y manto de luna. Existe un hoy en cada amanecer playero, la sabia del amor que florece permanente cubriendo el mar de luciérnagas acaracoladas. Existimos náufragos del mañana, veletas de un tiempo de un hoy, surcado de ilusiones pregoneras que olvidamos. Alessandrini María del Rosario