La noche mas larga de medianoche

Tú corazón es mi lumbrera eterna mi agua clara, mi amanecer tranquilo. Tú mirada entiende mis razones, por ello sé que me amas de verdad. Tú sonrisa acaricia mi existencia evapora mis nubes oscuras de pena, me detiene en un lugar seguro donde solo existes tú, amándome. Hay mil razones que me cautivan, Tú mirada tan elocuente vive en mí. Tú piel cuando en mi suspira suave, Tú boca tan elegante al besar la mía. Tú sabes comprender mi debilidad, sabes de mis deseos más profundos sabes desnudar mis sueños y ansiedades que van tatuadas en mi piel por ti amor. Vamos los dos subiendo la cuesta perfumando la senda del alma pura, destilando las horas muertas descoloridas, acariciando el tiempo del futuro juntos...

Tu corazón es mi lumbrera eterna mi agua clara, mi amanecer tranquilo. Tu mirada entiende mis razones, por ello sé que me amas de verdad. Tu sonrisa acaricia mi existencia evapora mis nubes oscuras de pena, me detiene en un lugar seguro donde solo existes tú, amándome. Hay mil razones que me cautivan, tu mirada tan elocuente vive en mí. Tu piel cuando en mi suspira suave, tu boca tan elegante al besar la mía. Tú sabes comprender mi debilidad, sabes de mis deseos más profundos sabes desnudar mis sueños y ansiedades que van tatuadas en mi piel por ti amor. Vamos los dos subiendo la cuesta perfumando la senda del alma pura, destilando las horas muertas descoloridas, acariciando el tiempo del futuro juntos...

Tu pensamiento acude alocado cuando me sientes engarzada a tu costado como tu Eva del pasado. Yo percibo tu sueño siento tus manos cálidas trémula tu alma Me acaricia fugas tu magia me invitas a soñar tus placeres en este abanico de colores donde la niebla nos dibuja coloreando la pasión que nos abraza. Cual hiedra me sujeto a tu piel a tu febril entrega; al despertar un pimpollo de rosa despliega sus pétalos sobre mi cuerpo. La brisa se contagiada de amor cómplice de él, me dejo tu mensaje del pecho me nace temblando un dulce himno al amor. Alessandrini María del Rosario

Vivimos en un escenario desafortunado, donde se escurre la borra; vivimos acoplados al tiempo pasado y nada detiene esta marcha que se hace cada día más imposible de transitar; ¿adónde nos conduce la inestabilidad?, si nos dejamos morir antes de hacerle frente a la nefasta crueldad que no tiene precio, ni respecta al ser humano. Donde nos esconderemos cuando las balas se crucen en nuestro camino, nada se puede ocultar por mucho tiempo. La visión del mundo  hoy, está en las páginas de internet, allí transita sin descanso la visión del hoy, se produce como una película, así la vivimos, nadie se escucha, ni se entiende, ni siente el dolor de otro, la materia está caminando sin destino ni alma, el hombre es un robot manejado por intereses oscuros y nefastos,  nos dejamos girar sin pronunciar palabras acordes a lo sucedido en los ámbitos  de nuestros intereses. La rueda se acerca, no hay una senda segura para transitar vamos cayendo uno a uno, los demás frívolos y ausentes no ven más a

Palabras van, palabras vienen, huecas, sin sentido, sordas metáforas van, palabras vienen, huecas, sin sentido, sordas metáforas elocuentes de silencios, pocas ganas, versos que son solo un ramillete de pensamientos enfermos, roídos, lastimeros. Palabras van, palabras vienen, huecas, sin sentido, sordas metáforas elocuentes de silencios, pocas ganas, versos que son solo un ramillete de pensamientos enfermos, roídos, lastimeros. Languidece, la sal entre los dedos, la arena es piedra, el agua cristalina se volvió oscura. Hay un millón de motivos si reveces, hay un gato viejo, faldero que rasguña mi ventana todo es confusión, y los signos se dibujan en el espacio. Hay vértigo atrapado entre cilindros violentos, nueva piel, nuevo cielo, la ventana del alma se ha cerrado. Lo cotidiano se vuelve turbio, tremendo, con imágenes que volvieron desde muy lejos para decirnos algo. Definiéndose de esta manera, que el aire es viento fresco en la nostalgia, el valor del pas

Secretos rodando sin anzuelo, nada se encuentra sin fe,sin astucia Olvidos acariciados entre relámpagos´ que brillan en el tiempo. Un rosario vendido al pagano infiel, aquel desorientado aquel que ovillado reza, un suspiro de plata vistiéndose de sincero, apaga su vela gris. y respira abundancia bajo su boca. No se siente el fragor del desnudo hombre que sujeta su esperanza en su creencia, en su saber de amor. Las campanas suenan el cielo su luz despide, la tierra brilla de fe. El hombre se acerca y su destino lo vence, su saber lo compromete fértil espera por su fe.

Renacer letra a letra en tiempo de luz, de búsqueda, de sueños. Un día cualquiera cautiva, desolada sin libertad para versar. Pordiosera de tu destino lejana y misteriosa, subes al tren del ayer y los segundos del mañana se precipitan asediandote. El tiempo se detiene en ti te indaga ingratamente, escucha tus latidos fluir y tu mensaje relatar. Te usurpa el alma despelleja tu sentir, Influye en tu andar, tu mundo está en peligro. Quieres migrar del tiempo mientras inmutable te ve… Sin amor, ni aroma,ni futuro... tu agonía te delata. Esperas una señal una línea imaginaria te despista, y navegas en su infinidad sin luchar, esperando aplacar tú pena. Desafinando con tus recuerdos como una sinfonía oculta eres forastera de ellos. Haces piruetas con tus olvidos los meces en la espera y vas rejuveneciendo en una ardiente llama irracional… Alessandrini María del Rosario

Una canción, un elemento profundo nos unió;  fue quizás la brisa inquieta que beso nuestros nombres con su suave estar. Hoy somos dos almas sin fuerzas, agotados vagamos por el mundo. En tren, en avión o en ómnibus, todo es superfluo. Una vez existió ese gran amor… hace un tiempo que partió, fue en un buen momento, fue en un tiempo remoto que murió ayer cuando no supimos ver la realidad. Ahora solo somos pequeñas valijas que van y vienen desordenadas, con baratijas coleccionadas… ¿para qué? es que nada lo vemos igual, y no lo es. Ayer te amé y tú a mí, pero el silencio nocturno nos mató. Tú caminabas en un tren de mil promesas sin cumplir, y yo, esperando la vida te vi correr. No le preguntes al sol, ni al sabor del café, ni a la conciencia que poca veces despierta, cada cual debe saber cómo es. A mí me falta voluntad, también me lleva la ansiedad, sé que jamás volveremos a ser aquellos enamorados. En mi pupilas quedaran los sueños que nos vio nacer; en mis recuerd