UN JUEGO MÁS
En el centro del mundo ronda la riqueza, la piel se hace imagen, el muro quebrado llora su fin. Las olas azules lo asedian, hay murmullos que mecen las lágrimas. La cascada, el cuadro y una flor Se cuajan en una sola imagen. Los amantes se suicidad por docenas. El pan tiene sabor a lágrimas. Los fantasmas se pierden en la cocina, donde solo hay galleta dura y verde. El delirio es constante, las gallinas corren, el lobo malo las persigue hambriento, rostro de mi mar, mi sal, mi arena perlada. Despego mis párpados del sueño, miro una ventana abierta al sol del mediodía, corre la brisa perezosa tú y yo solos disfrutamos. El vino dulce, el queso del mercado rebosante. La lluvia sale a lucir sus caracolas, un cielo gris la acompaña con música de fondo. Tú, y yo, esperando despegar las facciones de la arena, que la roca aprisiona entre sus muslos. El cielo se aclaro en un instante. La muralla se arqueo desinteresada y busca sus piedras, como la lluvia busca sus pequeñas gotas acu