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EL CAMINO DEL AMOR

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El aire acaricia tu sonrisa mientras mi   melancolía   se aleja, se reduce la nostalgia naciendo la   alegría incrustada en tu boca que   ríe   y   ríe . Eres mi tentación, y recorro tu alma en mi barca soleada, te encuentro enredado en mi piel desbordado   de amor y placer, nuestros besos estremecidos palpan la delicia  de este amor inefable. Vagando entre caricias, erotizándonos, nuestros   duende s pasean   enamorados, vehementes, cuidando esta pasión alucinado   de dos, que   descubrieron   el camino del amor.

AGONÍA

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Los días pasan los momentos los instantes los años tú el silencio queda la nostalgia se anuda la garganta duele, la soledad es un camino desnudo sin rosas sin huellas sin coraza sin amor. El viento gime el río corre el mar languidece y tú y el y aquellos. El tiempo silba su canción de siempre adiós adiós voy girando pasando juntando los sueños los olvidos el ayer el hoy miro de frente el presente de el aquel aquellos y tú.
Los días pasan los momentos los instantes los años tu el silencio queda la nostalgia se anuda la garganta duele, la soledad es un camino desnudo sin rosas sin huellas sin coraza sin amor. El viento gime el río corre el mar languidece y tu y el y aquellos. El tiempo silba su canción de siempre adiós adiós voy girando pasando juntando los sueños los olvidos el ayer el hoy miro de frente el precente de el aquel aquellos y tu.

EN EL MAR DESNUDO

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Me desnudo, en el desnudo mar donde danzan los peces, las golondrinas pescan en medio de las olas que flotan  con el esfuerzo de sus criaturas. Allí donde la crueldad no llega porque su roce es de agua, su lamento de sal. Su casa construida de arena no permite  que la denigren los malos soles impostores. Danzo con las aletas de la vida, con mis piernas de luna enamorada. Mi vestimenta se forjo de orquídeas que navegan libres entre enaguas de sedas bordadas,  y hebras doradas de luz. Allí donde florecen los hombres de plata, arrastrando sus espadas templados de coral salado. Desnuda como el mar inundado de peces, navego en alta mar por la corriente marina, en medio de su verde esmeralda, que ruge, que calla, que huele a loción de seres vivos, inocentes de desquicio. Allí me cobijo, en sus extrañas profundas, en su larga orilla, en su templado lenguaje milenario, en su tersura, en su actividad de andar oleajes.

PECERA DE CRISTAL

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Hoy me levante descalza, sin mi piel… que adornaba mi cama. En mi alfombra un pez amordazando mi carne me cedió el paso caminando. No sé por qué razón, en mi ventana estaba el picaflor con mis rizos enredados en su pico. Retuve su color entre mis dedos amarillos, el cigarrillo fundió mi pecera de cristal. Solo vi caer un gato descolgado del viento, solo vi una nube, azul, diferente. Me recosté entre sabanas verdes, con los sueños rotos, y la hiedra trepando en mi almohada. Ojerosa voy pintado el cielo raso, el vuelo del picaflor devolvió mi piel desprendida en mi cama, asomo sus ojitos de coral, y su mundo se acerco al mío, en un bar quito perdido.

VESTIDA DE AMAPOLA

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Me visto de amapola, bebo en el agua pasante de la acequia, percibo su semilla, su color me seduce y hormiguea la piel. Me saludan los pájaros migratorios y vistosos, me asombro convertida en un manjar amarillo, tibio. Sera que impregnada aún de aquel paisaje se despiertan mis sentidos en espiral, junto al sol renovador. Entre las sombras imaginarias de colores, aromas que se filtran en mis papilas, y adheridas fluyen entre vientos, sol y arena, las agua en mil rincones.

CREENCIA

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Dispara el trébol su arrojo, el inocente lo espera la luz los separa. Pero hay un triangulo que une con amianto su sol de mayo, su personaje. La creencia es más fuerte aún pero que importa si al final todo se va por la borda. Con la espuma de las amarras se pierde la aurora que renovada fluye encandecen te. Adiós de siempre, retorno Jamás, lo que se pierde se deja en un rincón donde fenece, donde evacua su contenido. Allí se esconden los nombres, los días el acertijo y las sombras se buscan se nombran en silencio, se odian de frente. allí se quedan para siempre entre el murmullo, del olvido que lo recuerda.