Ella anda atravesando espacios, ella piensa que el otro tiene un amante, o novia. Ella cree que no puede con su duende, y sale sola con su pena, y sus latidos. Ella no sabe que el la ama demasiado, o nada, no entiende que el se vino de la nieve muerto de frió porque la extraña, pero claro, quiere que el sea el primero, en abrir el sendero que da comienzo al amor, pero ella debe ser inteligente, no esperar sentada en los laureles, porque cuando el sol se asoma un ratito, de sus pestañas hay colgarse rápido. Ella espera, y el espera, de esa manera, ninguno tendrá lo que quiera. es por ello que le digo suavecito, has de la roca arena. que arranque, que le ponga los cambio y le imprima velocidad Ella llegara con la luna abrazada; él, seguro que esperará en la ciudad vacía y ambos, por las nubes rodaran. ©medianoche