LOCURA
Insondable tu silencio, calmo como una rosa amalgamada perpetua y desgastada, se eriza sobre la superficie que acumula resabios de locuras. Como desviar el grito de tu alma si trasnocha sin descanso en la soledad, busco transitar tu arteria envenenada para alcanzar a verter la salvia de mi piel salvando así nuestros momentos de pasión. Pero la lava incontrolable fluye sin razón, fluye como un río a su destino fugaz corre con la prisa del rencor voraz. Si no puedo curar tu herida con mi sangre allí, en la misma fosa dejaremos los sueños, la locura será de dos, y la veremos formarse como parte de la senda que no supimos caminar.